utopia

miércoles, 4 de agosto de 2010


Sheccid:

He comprendido que formas parte de mí.
Sé que tal vez nunca estarás tangible a mi lado, pero también sé que nunca te irás. Eres el aire, el cielo, el agua, eres la sed de cariño que el Creador sembró en mi corazón, eres la definición del amor, aunque jamás haya podido definirse ni pueda hacerse nunca: definir es limitar y el amor no tiene límites. La fuerza motivadora de tu esencia me ha transformado en una persona distinta. Cuando vea una golondrina cobijándose de la lluvia entre el ramal de la bugambilia te veré a ti, cuando presencie una puesta de sol te recordaré, cuando mire las gotas del rocío deslizándose en mi ventana te estaré mirando a ti. No podrás irte nunca. No te dejaré. Eres mi novia eternamente. Eres la fuerza de mi juventud... Todo lo que brote de mi pluma habrá tenido tu origen. Y daré gracias a Dios por eso. Pues dice santa Teresa de Ávila:

Si para recobrar lo recobrado
tuve que haber perdido lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado.
Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien llorado lo llorado.
Porque después de todo he comprendido
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.
Porque después de todo he comprobado
que lo que tiene el árbol de florido
vive de lo que tiene sepultado.

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