El guerrero de la luz necesita dedicar tiempo para sí mismo. Y usa ese tiempo para el descanso, la contemplación, el contacto con el Alma del Mundo. Aun en medio de un combate, él consigue meditar.
Coelho.
domingo, 12 de diciembre de 2010
Pobre corazón
Creo que mañana olvidaré Para empezar me sobran lagrimas Creo que mañana esconderé Todas las penas que ayer alce
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