utopia

jueves, 16 de diciembre de 2010

Crepúsculo


"—Ya conoces mis sentimientos, por supuesto. Estoy aquí, lo que, burdamente traducido, significa que preferiría morir antes que alejarme de ti —hice una mueca—. Soy idiota.
—Eres idiota —aceptó con una risa.
Nuestras miradas se encontraron y también me reí. Nos reímos juntos de lo absurdo y estúpido de la situación.
—Y de ese modo el león se enamoró de la oveja... —murmuró. Desvié la vista para ocultar mis ojos mientras me estremecía al oírle pronunciar la palabra.
— ¡Qué oveja tan estúpida! —musité.
— ¡Qué león tan morboso y masoquista!"
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Paris te amo


"Si la dejas ir, morirás. Y la muerte del corazón es la muerte más horrible que existe".

domingo, 12 de diciembre de 2010

PRISIONEROS DE LA PIEL


Desalentada estas cuando te miras
sientes que el tiempo que corre no da perdon
te carcome...
Ya no es como el ayer
cuando brillaba toda tu inocencia
eras un puro buscador de placer, pureza que no sabe.
Whooo....
Cuando al fin la luz te llama
Abandonas... tu palpitar
Cuando vuele con mis alas, volare hacia ti
El corazon duerme ahora
tu ya te vas y dejas solo aqui una memoria
grabados del ayer, y te recuerdo que algun dia fuiste
solo uno mas de los que estan aqui, los prisioneros de la piel
Cuando al fin la luz te llama...
abandonas tu palpitar...
te asimilas con el viento
y te llevas nuestro llanto
cuando vuele con mis alas volare hacia ti
Cuando quede mi memoria...
Cuando vuele con mis alas, volare hacia ti...

Pobre corazón

Creo que mañana olvidaré
Para empezar me sobran lagrimas
Creo que mañana esconderé
Todas las penas que ayer alce

sábado, 11 de diciembre de 2010

"Los placeres y los días"


"Como la naturaleza, la inteligencia tiene sus espectáculos. Nunca las auroras, nunca los claros de luna que me han hecho delirar tan a menudo hasta las lágrimas, han sobrepasado para mí en apasionada ternura ese amplio incendio melancólico que durante los paseos del final del día, matiza tantas aguas en nuestra alma, que el sol cuando se pone, hace brillar en el mar.

Entonces precipitamos nuestros pasos en la noche. Más que un jinete al que aturde y embriaga la velocidad creciente de un animal adorado, nos entregamos temblando de confianza y alegría a los pensamientos tumultuosos a los que, cuanto más los poseemos y los dirigimos, sentimos pertenecer cada vez más irresistiblemente. Es con emoción afectuosa que recordaremos el campo oscuro y saludaremos las encinas llenas de noche, como el campo solemne, como los testigos épicos del impulso que nos arrastra y que nos embriaga.

Elevando los ojos al cielo, no podemos reconocer sin exaltación, en el intervalo de las nubes aún conmovidas por la despedida del sol, el reflejo misterioso de nuestros pensamientos: nos hundimos cada vez más rápido en el campo, y el perro que nos sigue, el caballo que nos lleva o el amigo que se ha callado, más aún, cuando a veces no hay ningún ser viviente a nuestro lado, la flor de nuestra solapa o el bastón que revolotea alegremente en nuestras manos febriles, reciben en miradas y en lágrimas el tributo melancólico de nuestro delirio."