El guerrero de la luz necesita dedicar tiempo para sí mismo. Y usa ese tiempo para el descanso, la contemplación, el contacto con el Alma del Mundo. Aun en medio de un combate, él consigue meditar.
Coelho.
martes, 9 de noviembre de 2010
Y ya está, así es como ganamos la partida. Juntos, y felices. Y ahí, sepultados bajo el hormigón, por fin pudimos compartir nuestro sueño de infancia: el sueño de un amor sin fin.
Reconozco que no sé mucho de todo, pero sí de todo lo que yo sé.
No hay comentarios:
Publicar un comentario